La ecolocalización es la capacidad de emitir ultrasonidos y recibir ecos permitiendo a los animales que cuentan con esta capacidad (el murciélago por ejemplo),desenvolverse en condiciones de absoluta oscuridad. Ecolocalizadores del mundo, sed bienvenidos.

lunes, 23 de julio de 2007

Casualidades

“El mundo entero es una casualidad. Tuve un amigo que me decía que me equivocaba al pensar de esta manera. Mi amigo decía que para alguien que viaja en un tren el mundo no es una casualidad, aunque el tren esté atravesando territorios desconocidos para el viajero, territorios que el viajero no volverá a ver nunca más que en su vida . Tampoco es una casualidad para el que se levanta a las seis de la mañana muerto de sueño para ir al trabajo. Para el que no tiene más remedio que levantarse y añadir más dolor al dolor que / ya tiene acumulado. El dolor se acumula, decía mi amigo, eso es un hecho, y cuanto mayor es el dolor menor es la casualidad.

- ¿Cómo si la casualidad fuera un lujo? –preguntó Morini.

(…)

-Algo que se le escapaba a mi amigo por una razón muy sencilla y comprensible. Mi amigo (tal vez sea una presunción por mi parte llamarlo aún así) creía en la humanidad, por lo tanto creía en el orden, en el orden de la pintura y en el orden de las palabras, que no con otra cosa se hace la pintura. Creía en la redención. En el fondo hasta es posible que creyera en el progreso. La casualidad, por el contrario, es la libertad total a la que estamos abocados por nuestra propia naturaleza. La causalidad no obedece leyes y si las obedece nosotros las desconocemos. La casualidad, si me permite el símil, es como Dios que se manifiesta cada segundo en nuestro planeta. Un Dios incomprensible con gestos incomprensibles dirigidos a sus criaturas incomprensibles. En ese huracán, en esa imposición ósea, se realiza la comunión. La comunión de la casualidad con sus rastros y la comunión de sus rastros con nostros.


Roberto Bolaño, La parte de los críticos, 2666

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es verdad, la sensación de vómito que da cuando una cosa ocurre después de otra, que parece muy lógico, pero que vamos que entre un eslabón y otro media un universo y que por qué ocurrirá, carajo.
Oye, sí, qué bonito eso del rastro y la comunión y la imposición ósea.

Anónimo dijo...

Yo me lo leí hace 2 años y créia recordarlo excepcionalmente bien, pero leyendo este párrafo, compruebo que no es así.

Bueno, me quedo con Benno Von Archimboldi y su trabajo de jardinero en Venecia.